Mejora la gestión de tu tiempo

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Se conoce como tiempo a una magnitud física con la que medimos la duración o separación de los acontecimientos. Existe una dimensión externa en la que nosotros no podemos intervenir. Es decir, el tiempo viene marcado por días, semanas, meses… Pero, sí podemos intervenir en la dimensión interna. Somos nosotros quien decide como gestionamos nuestro tiempo.
Las personas que tienen un negocio saben bien lo importante que es el tiempo para ellos. Hoy en día, vivimos en una sociedad sobrecargada de trabajo y de obligaciones. Por este motivo es esencial que sepamos en qué debemos invertir nuestro tiempo.
Hay muchos factores que condicionan el uso del tiempo y, también, muchos errores que provocan que el tiempo que tenemos sea desaprovechado en algunas ocasiones. No planificar, no delegar, no centrarse, no saber decir que no, etc. son algunas acciones que saturan y agotan las horas del día. Una de las principales soluciones para poner fin a esta problemática es hacerse con una agenda. Una agenda permite planificar, organizar, priorizar y recordar las citas que tenemos y, en general, las cosas que tenemos pendientes.
Es muy importante saber priorizar, todo empresario debe saber que: lo más importante es todo aquello que genere un alto rendimiento o que ayude a alcanzar los objetivos de su empresa. Para lograrlo es imprescindible planificar nuestra semana, de esta forma, podremos dedicar el tiempo que nos quede libre a otras cosas no relacionadas con el trabajo que también son importantes: la familia, los amigos, un hobbie… La planificación se realizará siempre dependiendo de los objetivos que uno mismo tenga y, estos objetivos, deben ser alcanzables y realizables, pero también ambiciosos.
Siguiendo estos consejos, se conseguirá gestionar mucho mejor el tiempo, mejorando la calidad del servicio de su empresa y, a su vez, la calidad de vida de uno mismo.
Por otro lado, existen servicios que le ayudan a gestionar mejor su tiempo. Los centros de negocios, pueden liberarle de una parte de su carga de trabajo para que usted pueda dedicar su tiempo a los asuntos primordiales de su empresa. Contestar sus llamadas, recoger su correo, recibir sus visitas, son algunas de las funciones que un centro de negocios puede hacer por usted. Dedíquese por completo a los principales objetivos de su empresa y deje que un centro de negocios como Prooffice le ayude con lo demás.

¿Donde Quiero Competir? ¿Como voy a competir?

Siguiendo la línea de nuestro post anterior, ¿Y si es el momento de crear? ¿De hacer realidad tus sueños? ¿De dedicar cada día a lo realmente te apasiona? Pero en un contexto como el actual, con entornos de alta volatilidad e incertidumbre, con restricciones de crédito a las empresas, y con una demanda escasa, es cuando más debemos asegurarnos de que los principios de planificación estratégica imperan en el diseño de cualquier plan de negocio. Centrándonos en dos puntos fundamentales podemos desarrollar esta guía a la hora de planificar tu apuesta empresarial, y que recoge unos consejos prácticos del profesor Joaquín Cava, profesor del departamento de Política de Empresa de ESADE:

1. ¿Donde Quiero Competir?

Intenta huir de sectores de elevada intensidad competitiva. Sitúate en un sector o un modelo de negocio donde tú tengas un alto poder de negociación frente a clientes y proveedores.

Dispón de un sistema de avisos ante la amenaza de nuevos competidores o sustitutos y así podrás adecuar tu estructura y modelo de gestión para dar respuesta a esas amenazas y levantar las barreras correspondientes.

Sigue la regla de las tres “ÍAS”: no ir en contra de las macro tendencias en economía, demografía y tecnología. Si vamos hacia un mundo de contenido digitalizado, no os propongáis lanzar una macro cadena de librerías físicas.

2. ¿Como voy a competir?

Asegúrate que tu propuesta de valor tiene ingreso potencial, es decir, no sólo se trata de un producto con posible demanda sino que vas a disponer de canal para hacerlo llegar a tus futuros clientes.

Diseña una oferta que sea diferencial con respecto a tus competidores. Los elementos de diferenciación deberán ser comunicables, perceptibles y valiosos para tu mercado.

Asegúrate que haya coherencia entre los recursos del tipo que sea (humanos, económicos, etc.) de los que dispones, con la propuesta de valor diferencial que te propones realizar a tus clientes. Si no dispones de esos recursos mejor no realizar propuesta alguna.

Ninguna de las reglas fundamentales de formulación estratégica tiene valor alguno si el plan de negocio finalmente no cuenta con ellas. Estrategia no implantada no es estrategia